sábado, 29 de julio de 2017

PINTORES Y ESCUELAS DE PINTURA EN EL PERU



INTRODUCCIÓN


          Después de leer diversos libros relacionados con la pintura en el Perú, visitar las exposiciónes  permanentes del BCR, el MALI, la Municipalidad de Lima, diversas iglesias y colecciones privadas,he llegado  a la conclusión  que la historia de la pintura en el Perú puede dividirse en seis periodos bastante bien definidos. Sin embargo, como siempre sucede con la historia en general y la historia de la pintura en particular, existen sobre posiciones.
 Por ejemplo, cuando se inició una escuela  tan exitosa como la impresionista, pintores y críticos de tendencia “academista”, la rechazaron y continuaron pintando en el estilo tradicional por muchos años. Para un pintor renacentista, cuyas obras son cercanas a la perfección, seria difícil aceptar a un pintor manerista, sin embargo, fue Rafael Sancio, indiscutible figura del Renacimiento, el iniciador de este género en Italia. Estoy seguro que una pintura de Pancho Fierro, era menospreciada por un pintor de la Escuela Cuzqueña.Teófilo Castillo es considerado un clásico (dentro la pintura peruana) sin embargo, la mayoría de sus cuadros, son de estilo impresionista con temática costumbrista.
      
          La consolidación de una escuela de pintura toma muchos años e involucra muchos artistas, que de una u otra forma siguen el mismo estilo. La duración de una escuela es indefinido, sin embargo, su popularidad en el tiempo, es limitada. Si bien un buen cuadro perdura para siempre, la popularidad de la escuela a la que pertenece esta dentro de ciertos patrones  fijados por la historia y la moda. Por el momento, la única escuela en el Perú que ha sobrepasado el siglo de popularidad, es la Colonial, la cual empieza a fines del siglo XVI y se mantiene vigente  hasta la Independencia en 1821.Inmediatamente después,es vetada para el público. Posteriormente a partir de la Independencia,  nadie le presta la atención que merece y, finalmente, solo a mediados del siglo pasado se pone de moda entre los coleccionistas o dentro del entorno de la alta sociedad, arrebatando pinturas de iglesias y conventos de la sierra para venderlas a precios irrisorios en las principales ciudades.

      Creo que los seis periodos de la pintura peruana son:
                La Antigüedad.
                La Colonia.
                Los Costumbristas-post independencia.
                Los Clásicos o Académicos y los  Impresionistas.
                La Escuela Nacional de Bellas Artes:
                    Indigenistas-independientes.
                    Indigenistas.
                    Independientes.
                    Neo-Indigenistas-Figurativos.
                    Abstractos.
                Pintores peruanos recientes

          Además de mencionar de una u otra forma a la mayoría de los pintores peruanos reconocidos, creo que el mérito de este documento radica en la identificación  de dichos pintores  con una determinada escuela de pintura que trascendió en un periodo de nuestra historia. Es decir, logró de alguna manera, una  aceptación generalizada o popularidad  a nivel nacional. Si bien en algunos casos se ha profundizado en la vida de pintores, sobretodo en la de los clásicos, el trabajo es mas histórico que biográfico.





















LA PINTURA PERUANA EN LA ANTIGÜEDAD (7,000 a.C-1530)

      La Antigüedad en el Perú por ahora, es el periodo comprendido entre el 7,000 antes de Cristo (a.C)  y la llegada de los españoles en la primera mitad del siglo XVI. En la historia de la pintura, este periodo comprende desde las pinturas rupestres (pictográficas y petroglifos) de por lo menos 7,000 años a.C, de antigüedad,encontradas tanto en el sur como en el norte del país, pertenecientes al Paleolítico Superior -alrededor de 10,000 años antes de Cristo-.
      
      Como referencia, Caral, la ciudad más antigua de América, data de 3,000 años a.C (se dice que estaba seis siglos adelantada en cultura a Europa y el resto de América). Esto implica  que esta ciudadela, existío 500 años después del diluvio universal el cual supuestamente hundió el mundo”, salvo a Noé y su familia, en el 3,500 a.C.
      
         Pese a lo mencionado, los hallazgos paleolíticos rupestres  en el Perú   -referidos por lo general a rituales de la caza - no tienen la antigüedad de los encontrados en las cuevas de Lascaux y Altamira en Francia y España respectivamente (15,000 a.C). Es quizás por ese motivo que los nuestros aun continúan expuestos al aire libre y en cavernas sin mayores cuidados, a diferencia de lo que sucede en Europa. Entre las pinturas pictográficas y petroglifos destacan los encontrados  en Toquepala en Tacna, Sumbay y Toro Muerto en Arequipa y, en Lauricocha, Cajamarca y Huánuco en el norte.


Los primeros murales
       A comienzo del primer milenio o del siglo inmediatamente posterior al  nacimiento de Cristo, entre los años 100 y el 800 d.C, en lo que se denomina el Periodo Intermedio Temprano, se pintaron los murales policromados de los moches en Trujillo y sus alrededores (Huacas del Sol y de la Luna, El Brujo, Pañamarca). Los referidos murales están íntimamente relacionados con el culto religioso.
       Además de los murales, los moches destacan por la pintura con pincel de color ocre sobre la valiosa cerámica.
       Otros lugares donde se ha encontrado pintura mural pre-colombina en el Perú, no necesariamente moche, es en Garagay y Pachacamac en Lima, los que podrían pertenecer a la cultura de los limas.


Tejidos y plumajes
        La  pintura de los primeros peruanos, en cierta forma, también se hizo presente en los vistosos y antiguos textiles de los paracas (700 a.C-100 d.C), con mucho  colorido, representando figuras en parte humanas y en parte animales. Lo decía Arturo Jiménez Borja que "bordar se parece a dibujar y pintar......".  
        Los nazca (200 a.C-750 d.C), no solo destacan por su cerámica policromada, sino que también, por la belleza y colorido de sus mantones confeccionados con plumas de aves marinas, oriundas de la sierra y de la selva.


Grabados
         El grabado en piedra destaca sobretodo en la cultura Chavin (1,100 a.C - 200 a.C), con significativas esculturas como el Lanzón, la Estela Raimondi y las Cabezas Clavas. La cultura Chavín, no destaca por la pintura ni tampoco por los textiles a colores, pero si por la cerámica de arcilla obscura, similar a la aún más  antigua cultura Cupisnique (1,500 a.C)


Pintura textil
           Dentro del género de la pintura textil, muy posterior a los paracas, vendrán los abstractos waris (500 - 900 d.C), los chancay (900 - 1,400d.C), los chimú (1,000 - 1,490 d.C) y, finalmente, los incas (1,000 d.C). Estos últimos son mas conocidos como conquistadores, arquitectos y agricultores, sin embargo poco se les gratifica por sus coloridos textiles y por su cerámica -sobretodo los queros y aríbalos- que ratifican las características geométricas del arte en el Imperio Incaico.

   
LA PINTURA DURANTE LA COLONIA ( 1530-1821)

     Aludiendo a la "extirpación de idolatrías", la Conquista impuso el arte europeo sobre el incaico y utilizó la pintura como el medio para transmitir a los aborígenes la doctrina cristiana.

      Los dibujos de Felipe Guamán Poma de Ayala en "La Nueva Crónica y Buen Gobierno" (fines del siglo XVI), son las primeras ilustraciones pictóricas (398) del cruelmente sometido Imperio Incaico,  en la transición a la Colonia. El valioso documento encontrado en Suecia es un informe al Rey de España sobre la situación de los individuos en las indias. Se dice que Guamán Poma de Ayala aprendió a pintar gracias a las enseñanzas de un fraile mercedario español de apellido Murúa, sin embargo se piensa que fue al revés, pues el fraile pinta a color lo que Guamán Poma de Ayala había pintado en blanco y negro. El documento presenta ilustraciones y hace comentarios al Rey, sobre la  actitud asumida por los conquistadores y los nativos durante la Conquista.

      Durante la Colonia, los españoles, los criollos y los indígenas, imitan las pinturas renacentistas y sobretodo las barrocas, traídas por los primeros de su país, Francia e Italia. No se conoce mayormente sobre la pintura en el período inicial de la Conquista, solo se registra una pintura de Atahualpa cautivo del pintor Diego de la Mora, pintada entre  1533 y 1534. Pasaron varios años desde los inicios de la Conquista, hasta que toman vigencia los tres artistas italianos mencionados a continuación, que son los pioneros del estilo colonial -pro-europeo- y los que fijan las pautas de la pintura virreynal. Estos pintores vivieron en el Perú en los 30 años finales del siglo XVI y los 20 primeros años del siglo XVII, cuando el manierismo era la escuela que predominaba en Europa.
       
         En las obras del jesuita Bernardo Bitti, predomina el manierismo  -estilo con figuras "alargadas", rostros vidriosos y ropaje acartonado, que nace en Europa como reacción al perfeccionismo  que alcanza la pintura en el Renacimiento-. Mateo Pérez de Alessio es reconocido por ser el inspirador de las pinturas de los famosos arcángeles  con valiosas vestimentas que luego pintaría Bernabé de Ayala. De los tres pintores italianos, Pérez de Alessio, fue el que  menos obras pintó  en el Perú, si se compara con su vasta producción  en Sevilla y Malta. Fue conocido en Italia en la época de Miguel Ángel y sin la menor duda, es un pintor renacentista. Angélico Medoro se especializó en la pintura de vírgenes, con caracteres renacentistas pero se le considera en el Perú también  un pintor manieristas.

          En la pintura colonial peruana, se copia  el estilo y la temática europea, sobretodo en los cuadros religiosos que son los que predominan. En la mayor parte de estos cuadros, la temática está orientada a explicar e infundir en  a los nativos principios y dogmas cristianos a través de la pintura. Pasajes de la Biblia y de la vida de los santos pretenden ser explicados a los analfabetos de acuerdo a los principios establecidos en el Concilio de Trento. Los pintores indios, sobretodo los de la escuela cuzqueña, incluyeron elementos aborígenes (Santiago Mata-indios, procesiones o actos religiosos en los que participan nativos) así como también productos naturales autóctonos (llamas en vez de camellos, cuyes y vizcachas, así como frutas y hortalizas de la zona). Los  pintores coloniales, mestizos e indios, la mayoría anónimos, no se atrevían a reproducir modelos prehispánicos, pues estos hubieran sido considerados por los españoles y criollos como productos exóticos, paganos e intrascendentes para la época. En los retratos resaltan las joyas y alhajas, sobretodo las  utilizadas por matronas españolas y criollas en  el afán de destacar la riqueza existente en el Nuevo Mundo.

        Las pinturas de las escuelas limeña y cuzqueña son las que destacan en el período colonial.
         La limeña, presenta una clara influencia de la pintura sevillano-flamenca y tiende a ser mas vistosa y sofisticada, en parte por el predominio del dorado o pan de oro en el mismo cuadro y no solo en el marco. En general, la escuela limeña es barroca con influencia del holandés Rubens, el italiano Caravaggio y los españoles Ribera y sobretodo Zurbarán. Sin embargo, en muchas pinturas hay  rasgos manieristas. Se debe destacar las valiosas pinturas de arcángeles originalmente en el Monasterio de la Concepción, ahora en un convento de monjas en Ñaña  en la  Catedral y en la Iglesia de San Pedro en Lima, pintadas por Bernabé de Ayala de marcada influencia zurbaranesca. Estos muestran vestidos con encajes y joyas que muchas veces e injustamente obvian el mérito en la pintura de las caras y el pelo. Gracias a este detalle muchas veces se diferencia un antiguo original y una simple copia.
         La escuela cuzqueña, si bien tiene sus orígenes en la limeña, tuvo mayor libertad para separarse de la pintura europea en general y de la influencia española en particular. Se introdujeron mas elementos autóctonos y se absorbieron muchos detalles de la pintura flamenca, sobretodo en las edificaciones. En las pinturas de arcángeles se innovó en las armas cambiando las lanzas por los arcabuses que utilizaban los soldados españoles que circulaban por la ciudad en los tiempos de la Conquista. También  se pintaron cuadros de acontecimientos, sobretodo religiosos, como la procesión del Corpus Christi, en los que participaban españoles, criollos e indios cada uno haciendo lo que le correspondía, dentro la pirámide social. La colección con los signos del zodiaco es de una trascendencia especial.
        
         En 1673 y por 26 años, fué Obispo  del Cuzco,  Manuel de Mollideno y Angulo. El esfuerzo de este religioso, verdadero mecenas, y el de artistas locales muy calificados como Diego Quispe Tito, Basilio de Santa Cruz Puma- callao profundamente identificado con el obispo. Marcos Zapata, Basílio Pacheco y muchos pintores anónimos, dieron  especial realce a la pintura de la  escuela cuzqueña,
            Dentro de esta escuela, destacan los valiosos y limitados murales encontrados en las iglesias y conventos del Cuzco (conventos de Santa Catalina y La Merced) y en las iglesias de los distritos aledaños, (San Sebastián, Quispicanchi, Acomayo y Chinchero); así como  también en las iglesias de los pueblos cercanos al Lago Titicaca en Puno. Muchas veces estos murales se encuentran detrás de lienzos o grandes cuadros coloniales. El antiguo mural barroco con características aun renacentistas y el nuevo cuadro barroco, compiten  por el mismo espacio  dentro de la misma iglesia. Tadeo Escalante, es reconocido como el principal muralista de la Colonia.Tambíen destacan Luis de Riaño, Diego Guamán Cusi y varios anónimos.

         En un artículo sobre Baltazar Jaime Martínez de Compañón, publicado en el diario El Comercio de Lima, el 17 de mayo del 2015, Santiago Bullard menciona que cuando este personaje asumió el cargo de Obispo de la ciudad de Trujillo en 1780....." el mundo natural y las costumbres de los pueblos del Nuevo Mundo seguían siendo un misterio en términos científicos". Martínez Compañón  quería dar a conocer las "bondades y rarezas" del norte peruano al Rey de España. Con gran dedicación constituyó un equipo de artistas que pintaron 1,400 ilustraciones, así como otras tantas acuarelas y dibujos. Los doce tomos que las contenían, fueron canibalizados y ahora las valiosas pinturas se encuentran repartidas en diferentes colecciones alrededor del mundo especialmente en la Real Biblioteca de Madrid. Martinez Compañón, fue uno de los antecesores  de Antonio Raymondi y otros científicos extranjeros, quienes durante sus viajes estudiaron y describieron la flora y la fauna peruana, así como las costumbres y la vida en las ciudades en la época de la Colonia y la República.

      Al final de la Colonia, el virrey Abascal fundó la Academia de Dibujo y Pintura adscrita al Colegio del Príncipe, a la cual asistirán los primeros pintores clásicos, cuando era dirigida por el biólogo quiteño Francisco Javier Cortés. Este personaje ecuatoriano vino al Perú con el científico Humbolt y   destacó  por sus pinturas costumbristas.

        Poco se ha escrito sobre la orfebrería colonial. Recientemente se han presentado detalles sobre la orfebrería vidriada.

  
LA PINTURA  EN EL PERIODO DE LA INDEPENDENCIA (1821-1860)

       En el periodo posterior a la declaratoria  de la independencia (1821-1860), pintores nativos libres, con el ánimo de expresar sus vivencias en la ciudad y su entusiasmo por la independencia y sus artífices, pintan costumbres de la época y retratos sobretodo de los líderes patriotas.

      Destaca Francisco "Pancho" Fierro (1803-1879) y con menor éxito,su seguidor José Effio (1840-1917). Estos pintores mulatos, son considerados pintores nacionales de acuarelas criollas costumbristas, si bien de rasgos sencillos, pero con mucho poder descriptivo. Fierro es muy prolijo en sus acuarelas (se estiman 1,200). Felizmente, muchas permanecieron en el Perú, pues es probable que aún estén en San Petesburgo, 73 pinturas originales de Pancho Fierro, adquiridas por un ciudadano ruso en un anticuario de Lima en 1854. Como estas, muchas pinturas de Fierro fueron adquiridas en Lima a precios irrisorios  por viajeros europeos que nos visitaron a mediados del siglo XIX.
Recientemente el MALI, ha presentado  acuarelas y temperas pintadas a fines de la tercera y cuarta  década del siglo XIX por Francisco Fierro, las cuales fueron  adquiridas en Francia.
Otro pintor costumbrista destacado es el mencionado biólogo ecuatoriano Francisco Javier Cortés.
        
         También destacan los retratos de los libertadores y personas de la alta sociedad de Lima y de Santiago de Chile del también mulato, José Gil de Castro y Morales (1783-1841). Las compensaciones por sus retratos hicieron que se convierta en el pintor peruano mejor remunerado de la época.
       
          Sin menospreciar  el origen espontáneo y casi empírico de los pintores post-independencia, podemos afirmar que en este periodo y hasta el advenimiento de los clásicos en la segunda parte del siglo XIX, con decidida influencia europea, (Merino, Laso y Montero y posteriormente Baca Flor),  la pintura pintada en casa, es pobre en el Perú.

      No se puede dejar de mencionar en este periodo, el aporte al costumbrismo, retratos y pintura en general, de pintores extranjeros que visitaron el Perú, lo cual, por ningún motivo sitúa a dichos pintores dentro de la simpleza de los peruanos. Johann Moritz Rugendas (1802-1858) alemán y los franceses François Angrand, Alfred Bonnaffe y Max Radiguet, pintaron entre 1830 y 1860 lugares y costumbres peruanas pero con estilos en boga en Europa. Por ejemplo el "Regreso de Amancaes" de Angrand es un valioso cuadro impresionista. Destacaron también en el siglo XIX los italianos Brambilla, Ravenet y Menesi; el retratista francés  Monvoisin, maestro de Ignacio Merino en Europa; Darondeau y Fisquet, pintores-viajeros con valiosos dibujos documentales; Mesnard y Blanchard.
Finalmente, mención especial merecen los españoles José del Pozo y Matías Maestro, pues ambos  se establecieron en Lima. Con poco acierto,el segundo se atrevió a modificar cuadros barrocos al estilo Neoclásico de la época de Napoleon, muy de moda a comienzos del siglo XIX.



LOS CLASICOS O ACADÉMICOS (1840-1920)

      Adoptando las técnicas y estilos de las escuelas que se desarrollaron en Europa en los siglos XVII y XVIII, sobretodo la barroca y en menor grado la neoclásica y la impresionista; peruanos que viajaron por América pero sobretodo por Francia e Italia, conocidos como los clásicos o académicos, pintan dentro de los principios establecidos por la Academia”: Ignacio Merino (1817-1876), Francisco Laso  (1823-1868), y Luis Montero (1826-1869); luego, Daniel Hernández (1856-1932) y Teófilo Castillo (1857-1922).
Estos dos últimos, también son considerados pintores clásicos en el Perú, pero de una “segunda generación” pues no solo son más jóvenes, sino que muestran estilos más modernos, muchos con temática nacional. Sobre ellos comenta Ugarte Eléspuru en su libro “Pintura y Escultura en el Perú Contmporaneo”: “Hernandez introdujo en el Perú el oficio pictórico, dictó normas técnicas, tomo cauces para la creación artística”. (Castillo) “luchó  tenaz para levantar el nivel artístico del medio”.  
         Finalmente  el prolífico Carlos Baca Flor (1869-1941) si bien es considerado  un  pintor académico peruano, es un famoso  retratista y también un pintor  impresionista.

      Aunque con  menos fama, también corresponde incluir entre  los clásicos peruanos  a Federico Torrico, Francisco Masías, Juan Lepiani, Luis Astete, Abelardo Alvarez Calderon, Alberto Lynch, Federico del Campo, Carlos Jiménez, Juan de Dios Ingunza, Rebeca Oquendo. Todos ellos nacieron en el  siglo XIX y sus pinturas podrían confundirse fácilmente con las de pintores europeos, principalmente españoles barrocos. Entre los mencionados  debemos destacar las pinturas históricas de Lepiani, los retratos de Lynch y los cuadros bucólicos de Masías, pinturas de gran aceptación entre la sociedad limeña de la época.

      Es importante reiterar que los clásicos-románticos mencionados en los párrafos anteriores, no se cultivan en el Perú sino en Europa, sobretodo en París y Roma y también en España. Algunos viajan a los Estados Unidos y por países de  América Latina como la Argentina y Chile. Como dice Núñez Ureta en la introducción al primer tomo de Pintores Contemporáneos editado por el Banco de Crédito en 1975: "Estuvimos todo el siglo (XIX) muy ocupados en ir y volver de Europa y nuestros artistas, hasta los mas dotados, pasaron de largo frente a la inmensa y rica realidad de nuestro paisaje y nuestra gente"; luego, en el mismo documento refiriéndose a Laso acota  : ".....es el único que intenta inspirarse en el tema peruano.......sin haber podido, no obstante, penetrar más allá de la superficie como pretexto de su composición. Sus indios son caballeros vestidos de poncho (o quizás árabes del norte de África como los que  pintó el romántico francés  Delacroix). Pero el camino era ese y de no haber mediado su muerte prematura, Laso hubiera sido el primer gran pintor de todo lo peruano".
       
        En resumen, los  pintores clásicos peruanos se formaron en Europa y se compenetraron con  el estilo de moda en esa parte del mundo, (Barroco, poco de Rococo, Neoclásico e Impresionismo)

      Como anexo a este documento, se incluyen biografías de los cuatro tradicionales clásicos-académicos peruanos: Merino, Laso, Montero y Baca Flor. Respecto a Hernández y Castillo, ellos dos  son  mencionados en varias oportunidades, pues participaron notoriamente en la vida artística nacional que se inicia a partir de la segunda década del siglo XX.


Los comienzos del siglo XX

       Indudablemente la llegada del siglo XX, trajo consigo un baño de optimismo a nivel mundial.
           
            La dignidad del individuo había sido reivindicada por la Revolución Francesa de 1789 y los otros movimientos liberales que se sucedieron en Europa y América en los  siglos XVIII y XIX. Aparentemente, las guerras habían dado una tregua y Europa estaba pacificada con los límites de los estados definidos después de Versalles. Los Estados Unidos se vislumbraba como la tierra prometida en un nuevo mundo moderno.

      Nadie se imaginaba los trágicos acontecimientos que  sucederían en Europa entre 1914 y 1919 y luego nuevamente, entre 1939 y 1944 que acabaron con la vida de millones de personas. La depresión de 1930 en los Estados Unidos, no encajaba con el éxito en ese país al comienzo de los años 20.
         
           Como si lo mencionado no fuera suficiente, después de la II Guerra Mundial sobrevino la Guerra Fría, la cual pudo desencadenar una guerra nuclear, con funestas consecuencias para la humanidad.

         En América Latina y especialmente en el Perú, a fines del siglo XIX cesan las pugnas incitadas por los generales y coroneles victoriosos de las guerras de la independencia y sus sucesores también castrenses. Finalmente se abre paso al civilismo, lo que no necesariamente implicaba una convicción democrática. Efectivamente, después  de la funesta guerra con Chile y  en las dos primeras décadas del nuevo siglo,se suceden en el Perú los gobiernos civiles aristocráticos, hasta 1919, que nuevamente la dictadura se impone con el Oncenio de Leguía o la Patria Nueva con privilegios y beneficios para unos cuantos, entre los que no estaban los aristócratastras tradicionales limeños. También surgen ideas de avanzada en la mayoría de los países de Americana Latina, afines a los acontecimientos revolucionarios de tinte social en México en 1915 y en Rusia en 1917.

       Poco sucede con la pintura peruana en las primeras décadas  del siglo XX. Los gobiernos aristócratas favorecen lo europeo y los pintores clásicos peruanos como mencionáramos, no solo viven la mayor parte de su vida en Europa, sino que pintan bajo la influencia de las escuelas europeas aun dependientes de la Academia.

          A comienzos del siglo XX, el intelectual Francisco García Calderón, habla con optimismo del Perú Contemporáneo, mientras su hermano José, destacado dibujante residente en Francia y muerto en Verdun, escribe sobre arte en el Perú, desde tiempos precolombinos hasta fines del siglo XIX, augurando progresos en ese campo. Ambos sin embargo, son intelectuales muy afines a los gobiernos aristocráticos, por lo tanto su valorización de lo autóctono en el arte en general, no es para nada contundente.

    
LA ESCUELA NACIONAL DE BELLAS ARTES - La ENBA (1919-1976). 
Fomento a la pintura peruana: Escuelas,asociaciones y museos

      Al final de los gobiernos de la aristocracia en 1918, el Presidente José Pardo Barreda (1915-1919), encargó a su pariente el pintor Enrique Domingo Barreda, la formación de la Escuela Nacional de Bellas Artes (ENBA). Pese a las buenas intenciones del aristócrata, la ENBA solo entró en operación en 1919 pocos meses antes  que se inició el Oncenio de Leguía.
Pardo,  igual que los gobiernos aristocráticos que le precedieron desde principios de siglo, admiraban el arte europeo. La iniciativa de la creación de la ENBA era una forma de inculcar en los pintores peruanos los estilos europeos.
Barreda, acertadamente, convocó al artista peruano Daniel Hernández Morrillo (1856-1932), quien se encontraba en Europa para que sea su primer director. Hernández vivió en Europa por largo tiempo, tanto en Roma como en París, logrando fama al ser premiado con medalla de plata en la Exposición Universal de París en 1900, donde presentó una de sus idealisadas “perezosas” -mujeres reposando en ambientes sensuales-.En la misma exposición el pintor, nacido en el Perú, Alberto Lynch,  fue acreedor a medalla de oro.
Hernández, artista de grandes conocimientos sobre el arte de pintar y un poco aburrido de su vida en Europa, aceptó el reto para dirigir la ENBA y  regresó al Perú acompañado por el escultor español Manuel Piqueras Cotolí, a quien se le atribuye la creación del estilo neo-peruano de gran influencia en los indigenistas independientes. Fue este escultor quien  diseñó  la fachada neo peruana de la Escuela Nacional de  Bellas Artes construida en 1924 y también estuvo a cargo de la  construcción del Pabellón Peruano de la Feria Internacional de Sevilla en 1928. Piqueras es sin duda, el brazo derecho de Hernández en los primeras actividades organizadas en la  Escuela y como él, logra el aprecio y admiración de las primeras promociones.
El  pintor Hernández, una vez establecido en Lima, fue muy solicitado como pintor oficial del gobierno de Leguía, así como retratista de distinguidas personalidades de la sociedad limeña.

       Antes de la creación de la ENBA, la pintura se fomentó en el Perú en la sencilla Academia de Dibujo y Pintura que como vimos, fundó el Virrey Abascal a fines de la Colonia. Esta Academia (dos habitaciones acondicionadas dentro de la Biblioteca Nacional), perdió fuerza y sobre sus cimientos, surgió la Academia Cortés, fundada por el biólogo y pintor costumbrista ecuatoriano Francisco Javier Cortés, a quien nos referimos anteriormente y de la cual  fueron alumnos y directores  Merino y Laso. En 1905, año que Teófilo Castillo vuelve al Perú, instala en la Quinta Heeren su taller que es muy frecuentado por los pintores de ese tiempo. A la Academia Cortés le sucedió  la Academia  particular Concha hasta 1916 que empieza a funcionar la Sociedad de Bellas Artes de carácter municipal dentro de lo que hoy es el MALI.  El pintor  clásico y luego político Federico Torrico, fué su director hasta su muerte.

      La ENBA fue dirigida por Daniel Hernández desde su fundación hasta 1933, año en que asume la Dirección, el líder indigenista José Sabogal. En 1945 sucede a Sabogal su rival, el independiente Ricardo Grau hasta 1948 que cae el Gobierno de Bustamante y Rivero y Grau, aprista, se ve presionado a renunciar a la función pública. A Grau lo sucede Francisco Gonzales Gamarra pintor indigenista-independiente como veremos posteriormente y luego, aun bajo el Gobierno de Odría y  hasta 1956 asume por segunda vez la Direccion de la Escuela  el retratista de héroes nacionales, Germán Suárez Vertíz. La primera fue un interinato en 1945 antes que asumiera Grau. En este periodo la ENBA pasó por un periodo conflictivo y sin el poder acostumbrado del Director. Desde 1956 y hasta 1973, el Director de la Escuela Nacional Superior de Bellas Artes del Perú, es Juán Manuel Ugarte Eléspuru, quien gozaba de mucho prestigio dentro de la Escuela, no solo como artista y profesor sino que también como administrador, pues había intervenido en la elaboración de varios de los reglamentos internos desde 1944. A Ugarte Eléspuru como veremos posteriormente, se le identifica inicialmente como un pintor  neo indigenista-independiente y muralista  hasta los años 50, que tiende a la pintura abstracta. Teodoro Núñez Ureta asume la dirección de la ENBA en 1973 y renuncia en 1976, por no estar de acuerdo con el trato al arte en general y a la pintura contemporánea en particular, que se deriva del Gobierno Revolucionario de Velasco Alvarado. A Núñez Ureta le sucede por corto tiempo en la Dirección de la ENBA, el diseñador José Bracamonte Vera. En 1978, el reconocido pintor abstracto Alberto Dávila, asume la Dirección de la  ENBA.

        La elección de cada uno de estos reconocidos artistas, sobretodo los primeros, para desempeñarse como Director de la ENBA, coincide con la consagración de su estilo artístico en el país. Sabogal y Grau llegaron a la Dirección de la Escuela, cuando los indigenistas y los independientes respectivamente, estaban en su apogeo. Ugarte Eléspuru, quien sin duda  dio mayor solidez institucional a la Escuela, fue su Director cuando el neo indigenismo primero y luego el abstracto cobraron vigencia. Núñez Ureta, a quien se define como un neo-indigenista, comulgaba con las primeras medidas revolucionarias de Velasco Alvarado. Como se mencionó líneas arriba, Dávila fue un calificado pintor del estilo abstracto.
        

Los años de la revolución velasquista
          
             Indudablemente, después  del largo periodo que la Escuela Nacional Superior de Bellas Artes  estuvo a cargo de Ugarte Eléspuru, el prestigio de esta se vio  seriamente afectado por diversas razones, pero sobretodo por la poca importancia, o casi  oposición del Gobierno de Velasco Alvarado (1968-1975) a la pintura peruana contemporánea. Durante estos  años, la pintura de vanguardia en el Perú fue de tendencia surrealista, la cual el gobierno  ignoró.  Si algo de arte se promovió en esos años, fué el neo-indigenismo de corte populista sin lograr mayores frutos. Se puso énfasis en la artesanía, sobretodo en los retablos originarios de Ayacucho de Joaquin López Antay a quien se le otorgó nada menos que el Premio Nacional de Cultura en 1975. Las estatuas del escultor cuzqueño, Mendivil, lograron especial relevancia. Pinturas sin mayor valor, artesanía y huaynos se presentaban en forma conjunta en las Ferias Populares. CONTACTA, la institución liderada por Francisco Mariotti llevó a cabo el I Festival de Arte Total.

             Los pintores peruanos contemporaneos de vanguardia, encontraron apoyo en el Instituto de Arte Contemporáneo-IAC (antes la Galería de Lima abierta en 1947) y no les quedó otra alternativa que exponer  sus obras en museos y galerías de arte casi improvisadas, como el “Ombligo del Diablo”, en el centro de Lima y otras ubicadas en los distritos.
           
              El Instituto Nacional de Cultura-INC se constituyó en el centro de la cultura en el país, desplazó al “elitista” IAC, sometió a la ENBA que ya nunca fue la misma.Este organismo estatal promovió  las ferias populares. Al  final del gobierno de las Fuerzas Armadas -en 1979- se creo, El Huayco EPS-Empresa de Propiedad Social, bajo la batuta del pintor Francisco Mariotti, secundado por los artistas Juan Javier Salazar, Armando Williams y Rosario Noriega entre otros. Salazar recientemente con su mediocre pintura de los presidentes del Perú diciendo “mañana” fue la obra emblemática  del Perú en nada menos que en la Bienal de Venecia.  Se pretendió  imponer por encima de todo, una nueva escuela de pintura con clara tendencia socialista y orientada al arte “chicha”, es decir la cultura provinciana en Lima. Esta escuela de raíces provincianas, ha logrado trascender en el tiempo, pero moderando su carácter inminentemente socialista de los primeros años.
            Con presupuestos desmedidos, el gobierno revolucionario fomentó la arquitectura “brutalista” -gris-, cara vista o concreto armado para albergar ministerios y empresas públicas en zonas residenciales.
            
            Después de los desaciertos del INC para otorgar el Premio Nacional de Cultura y observando la tendencia del Gobierno, los dirigentes del IAC con el apoyo de Asociación Peruana de Artistas Plásticos, formaron el Sindicato Único de Trabajadores de las Artes Plásticas. Estas instituciones rebeldes, lograron poner a buen recaudo las pinturas de los pintores peruanos de vanguardia, sobretodo los surrealistas, las cuales creo yo, están destinadas a ocupar un lugar preferencial en la futura exposición permanente del flamante Museo de Arte Contemporáneo en Barranco- MAC.
         
             El premio bienal Tecnoquimica, auspiciado por los filántropos-industriales, Mario  Piacenza y Patricio Almenara, fue un incentivo para los pintores que realmente destacaron en el país a fines de los 60 y los años inmediatos previos y posteriores a revolución velasquista. Este valioso incentivo  prevaleció hasta fines del siglo. Szyszlo fue merecedor de dicho premio en 1962, Dávila en el 65  Shinki en el 66, Grau en el 68 y Tilsa en el 70. Luego el premio se otorgó a Cesar Quispez Asin en el 82, Sabino Sprigett en el 90, Herkowitz en el 96 y Tola en el 98. En el 2000 es otorgado a Gerardo Chavez.

        


            Volviendo a la ENBA, podemos afirmar que entre 1920 y 1970 (50 años), son muy pocos los pintores peruanos nacidos en el siglo XX, que no se precien de haber tenido como Alma Mater la ENBA. Esta Escuela  podría compararse en el Perú -guardando las distancias del caso- con la Academia Europea, liderada en el siglo XVIII y parte del XIX por París, donde se dictaba el estilo a seguirse sobretodo en Europa. Desde su fundación, el estilo de pintura  que predominaba en la ENBA era el estilo que predominaba en el Perú.

         A fines de los años 30, se funda la Escuela de Artes Plásticas de la  Universidad Católica y al poco tiempo y hasta su muerte asume la dirección Adolfo Winternitz de origen judio-austriaco, con amplia formación artística en Austria e Italia. Winternitz es reconocido no solo por su intensa y prolongada labor académica y sus pinturas, sino que también y sobretodo, por los vitrales famosos en Chile y España y en menor medida en el Perú. Es aquí donde se forma nuestro emblemático y trascendental pintor Fernando de Szyslo (1925) con cuya biografía concluiremos este documento sobre Pintores y Escuelas de la Pintura en el Perú. Debido a  los problemas, sobretodo presupuestales, de la ENBA en los 70 y en adelante, la prestigiada Escuela de Artes Plásticas de la Universidad  Católica, acoge y forma a muchos de los pintores peruanos de las nuevas generaciones.

  
El Museo de Arte
           
 En este documento dedicado a la pintura no podemos dejar de mencionar el edificio que hoy ocupa acertadamente el Museo de Arte de Lima- MALI, y que se ha convertido en la Catedral de la pintura clásica y moderna en el país, con exposiciones periódicas sobre nuestras culturas ancestrales y pintores trascendentes en el país.
             
              En 1869 el entonces Presidente Balta, impulsor de grandes cambios urbanísticos en Lima, ordenó la construcción del edificio para que albergará la Exposición de Lima. En 1872  celebrando los cincuenta años de la Independencia, se inaugura la Gran Muestra de Artes, Ciencias e Industrias. Durante la invasión de Lima por el ejército chileno, el edificio es utilizado como banco de sangre y cuartel de las tropas invasoras. A fines de siglo y hasta mediados del siguiente, es cedido al Concejo Provincial y utilizado como Cámara de Diputados, Dirección de Tráfico, Ministerio de Agricultura y sede del referido Concejo. Siendo un edificio municipal, en 1937, albergó el Primer Salón de los Independientes. Luego pasó  a ser el Patronato de las Artes o Palacio de la Exposición en donde surge la Sociedad de Bellas Artes,  En 1956, el edificio es restaurado con la colaboración de la UNESCO y el Gobierno de Francia. En 1961 abre sus puertas el hasta hoy Museo de Arte de Lima, desde hace algunos años mucho más activo y conocido como MALI, monumento histórico y Patrimonio Cultural de la Nación con grandes perspectivas para que desde su infraestructura se promueva y fomente el  arte pero sobretodo la pintura en el Perú.

         Entre los años 80 y 90 se crean diversas escuelas y academias privadas de arte en Lima y también en provincias, sin embargo ninguna supera la trascendencia de la ENBA, sobretodo la de sus primeros 50 años. Entre las escuelas formadas en dicho periodo destaca  la Escuela de Arte y Diseño-Corriente Alterna, donde se han  formando jóvenes que destacan hoy en el ámbito de las artes plásticas en general.

  
Indigenistas-independientes provincianos. El estilo Neoperuano

           Fue el pintor  Daniel Hernández -en lo que a la técnica se refiere- pero sobretodo el escultor español Piqueras Cotolí, maestros de grandes cualidades, quienes promovieron  el estilo neo-peruano, mezcla de las culturas europeas e indígena de enorme influencia en los pintores conocidos como "indigenistas-independientes". Estos jóvenes pintores, fueron  atraídos a la capital  en los años 20, con el advenimiento de la Patria Nueva” de Leguia  y lograron no sucumbir  a la olaindigenista pura liderada por Sabogal. Con el pasar de los años se ha podido  comprobar  que Hernandez les enseñó a pintar y  Piqueras les propuso un estilo nacional refinado.

                   Jorge Vinatea Reinoso (1900-1931), nacido en Arequipa y Alejandro Gonzales Trujillo - Apurimak (1900-1985), nacido en la ahora Región de Abancay, son pintores que no se limitaron a "retratar el dolor de la vida indígena", sino como menciona Ramiro Perez Reinoso en el artículo publicado en Amauta sobre Vinatea Reinoso,van más allá: “....representar al indio sin problema y sin drama, con una musicalidad fresca y meridiana". Sin embargo, es importante destacar que Vinatea Reinoso en uno de los pocos testimonios sobre sí mismo, explica que "su labor pictórica está de acuerdo con el movimiento nacionalista", es decir con el nacionalismo cultural peruano. En muchos de los cuadros de Vinatea Reinoso, como en aquellos de Apurimak, resalta la habilidad de ambos  para pintar "conjuntos" esto es, personas autóctonas agrupadas, realizando alguna actividad como la danza, la agricultura o navegando, lo cual no es una característica exclusiva  de los indigenistas independientes bajo la influencia de Piquras Cotolí   pues  los indigenistas se limitaron a pintar el indio solo y ausente. Aún persiste la opinión que si Vinatea Reinoso no hubiera muerto con escasos 31 años, sería considerado el mejor pintor de temas autóctonos del Perú. Juán Villacorta Paredes en su libro Pintores Peruanos (1971) apunta: "Es común en el arte discutir la obra de los artistas, porque esta no satisface a la generalidad. Pero en el caso de Vinatea Reynoso, parece constituir la excepción a la regla. Su obra no se discute, se ha aceptado plena y entusiastamente"

                Así como en Arequipa y Apurimac destacan Vinatea Reinoso y Gonzales Trujillo, en el Cuzco  y Cajamarca pintan lo indígena, -mas dentro de la orientación de los dos provincianos mencionados líneas arriba, que dentro de los parámetros de Sabogal y sus seguidores-,  Francisco Gonzales Gamarra (1890- 1971) y Mario Urteaga (1875- 1957). En la pintura de ambos, destaca el cariño por la tierra y las actividades grupales cotidianas de sus habitantes. Teodoro Núñez Ureta calificó a Urteaga - "el más auténtico pintor de los indios", enervando a los indigenistas de Sabogal. Ugarte Eléspuru se refiere a ellos dos, como “el pintor que ha pintado con amor y persistencia escenas de la vida incaica” al escribir sobre el primero, y  “– el único caso del pintor “ingenuo” entre nosotros- que se ocupaba en pequeños cuadros tratados con minucia y fresca gracia descriptiva, de los tipos y las costumbres de la vida poblana” al escribir sobre el segundo.

   
          Finalmente, dentro de los provincianos, indigenistas-independientes, no podemos dejar de mencionar a Wenceslao Hinostroza, nacido en Jauja en 1897, quien también buscó un estilo nacional, pero sin dejar de lado el estilo occidental predominante:Impresionismo. En sus pinturas fundamentalmente costumbristas, destacan los paisajes locales con rasgos impresionistas.

        Hernández y Piqueras Cotolí, reconocían  la importancia de un arte con temática nacional autóctona que lo alejara del academismo europeo, pero sin fanatismos y con un mérito tanto pintoresco como pictórico. Me atrevo a afirmar que los Indigenistas-independientes, arriba mencionados, fueron sus preferidos. Sin lugar a dudas estos dos artistas fueron los impulsores de la Escuela Neo Peruana , no academista en el estilo, pero tampoco totalmente indigenista en el tema. No creemos que este estilo estaba en la mente del Presidente Pardo cuando decidió crear Bellas Artes. La idea, como vimos anteriormente, era traer al Perú los estilos de las escuelas europeas de moda. La Patria Nueva de Leguía con ideas modernas y la visión de Hernandez y Piqueras Cotolí, de una pintura mestiza para el Perú, confabularon contra la arcaica ideología de los gobiernos oligarcas de hacer la pintura peruana un simple derivado de la europea, introduciendo quizás algunos ingredientes nacionales.

      
Los Neo-Indigenistas independientes modernos. Expresionistas Figurativos –(1940-1945)

               Menciona Marisa Mujica en su trascendental obra: Perú 10,000 Años de Pintura”....: "A finales de los años 30 surgió una generación de artistas nacionales que, conjuntamente con los independientes, continuó buscando en la temática vernácular iniciada por el Indigenismo, pero también se abrieron a incorporar otros formas de expresión más universales" continua, "Algunos críticos los han agrupado con los Independientes, otros los han llamado también Indigenistas-independientes .......", luego prosigue: En realidad lo que buscaban estos pintores era acercarse al expresionismo figurativo, dentro de un contexto autóctono”. Los principales exponentes fueron Juan Manuel Ugarte Eléspuru y los otros, igual que sus antecesores los Indigenistas Independientes, fueron curiosamente también provincianos: Teodoro Núñez Ureta, Sérvulo Gutiérrez y Víctor Humareda.
      Ugarte Eléspuru y Núñez Ureta son muralistas de reconocido prestigio. Creo que también el líder de los pintores indigenista, Sabogal, debe  ser considerado un precursor del muralismo moderno en el Perú republicano  como lo fué, Tadeo Escalante en la Colonia.
Los murales de Ugarte Elespuru y Núñez Ureta que aun existen, están en ministerios, escuelas y hoteles del país. No se podría decir si la influencia para incursionar en este estilo de pintura viene de los tres famosos muralistas modernos mejicanos, o si como peruanos se inspiraron en el legado de los murales precolombinos y coloniales. Lo cierto es que la pintura mural no ha sido una técnica muy difundida en el Perú. Los temas de nuestros muralistas modernos,son indudablemente con tendencia social, más no necesariamente claman por la injusticia o fomentan la revolución como los mejicanos.
En la parte correspondiente a los Independientes, profundizaremos sobre Ugarte Eléspuru.

            Teodoro Núñez Ureta (1912-1988), nació en Arequipa, donde es considerado el pintor emblemático de los acuarelistas del país. Como hemos mencionado fue también muralista y pintor de caballete, con excelentes retratos. Estudió Filosofía y Letras así como Derecho y Ciencias Físicas. Fue profesor de Historia del Arte en su Alma Mater, la Universidad San Agustín de su ciudad natal. En 1973 se mudó  definitivamente a Lima para asumir la dirección de la ENBA. Aparte de una beca de la Fundación Guggenheim en  Estados Unidos (1943 –1945), no viajó al extranjero para perfeccionarse. Núñez Ureta es figurativo con un excelente dibujo que sustenta las acuarelas, óleos y sobretodo los murales. Las acuarelas de Núñez Ureta, son de paisajes y lugares típicos de su ciudad natal y también de otras ciudades del sur, así como retratos. En su estadía en  Lima destacan las acuarelas y los óleos costumbristas, tales como el de la Pocesion del Señor de los Milagros. Es recordado por sus paisajes y retratos, la mayor parte acuarelas, pero sobretodo por sus murales, como en los que aún se muestran en los ex-ministerios de Economía y Educación vecinos a la Avenida Abancay y en el Hotel Libertador (conocido como el Hotel de Turistas) en Selva Alegre, Arequipa, donde logra describir las costumbres urbanas  y rurales de  los años 40 en dicha ciudad.

La acuarela
       Este género, muy difundido entre pintores del sur del país, podríamos decir que se conoce con Vinatea Reinoso;  se enarbola con los  Núñez Ureta (Teodoro y su hermano menor Alejandro, que si bien no es tan conocido, es un acuarelista del nivel del gran Toto); encuentra su interpretación más sofisticada y elegante, con Luis Palao Berenstain y se difunde en el Perú con muchos artistas nacidos sobretodo en Arequipa y también en el Cusco entre los años 20 y el presente.

         La acuarela arequipeña se internacionaliza en la primera mitad del siglo XX con las pinturas de Alberto Vargas y Chávez (Arequipa 1896-Los Ángeles 1982). Las  Vargas's Girls recorren Estados Unidos y el mundo con mucho éxito sobretodo las adquiridas por la revista americana Play Boy.

         El color aguado y ligero  es decir, "el agua fluyente cargada de pigmento", como decía Vinatea Reinoso, sustituyen al lápiz y se constituye en una alternativa mucho más económica que el óleo sobre canvas. Empresas e instituciones de origen arequipeño, han promovido este estilo, convocando a concursos y exposiciones, cuyos mejores exponentes han tenido acceso a importantes exposiciones y galerías en la ciudad capital y de esta forma lograr trascender a nivel nacional.
         Temo omitir acuarelistas jóvenes, muchos de los cuales han incursionado en temas de las ciudades y ya no solo en el campo y retratos. Persiste la fama de los coetáneos del singular Luis Palao, Ricardo Córdova Farfán, cuyo talento como acuarelistas se complementa con el de sus óleos y de  otro  de los Núñez Ureta que prometía, Pablo Núñez Rebasa, quien falleció prematuramente. Asimismo se hacen conocer en la Capital por sus dibujos y retratos Guillermo Osorio y Willy Nava. También debo mencionar al pintor puneño de óleos tenebrosos, Turpo. Los acuarelistas arequipeños que destacan en los 70 y 80 son: Germán Alarcón-Kinkuya, Oscar Cuadros, Mauro Castillo, Darwin Chávez, José Ricketts, Ramiro Pareja, cuyas obras ya están a tiempo completo en el Santuario de la pintura arequipeña, que es la Galería de Pintura del Banco Continental en dicha ciudad.
        En los 90 y comienzos del siglo XXI, se presentan a concursos  y son acreedores de merecidos premios otorgados por las empresas promotoras: Los Champi, Elías y David Condori, Alejandro Nina, Evaristo Callo, Reynaldo Núñez, Luis Pantigoso Mesa, así como los promotores del realismo en la acuarela: Ignacio Tomaglia, Freddy Hurtado, Raul García y Hugo Suyo.

        Si se habla de acuarelistas,como arequipeño, no puedo dejar de mencionar pintores legendarios de mi ciudad que destacaron en los 40 y 50  y que  injustamente, no han trascendido en el país. Me refiero al retratista y paisajista Victor Martínez Málaga, José Casimiro Cuadros,  investigador de la pintura virreynal, Joaquín H. Ugarte y Ugarte “que ha tratado el paisaje tanto a la acuarela como al óleo, con versión certera y seguro oficio” dice sobre él  Juan Manuel Ugarte Elespuru en su libro “Pintura y Escultura en el Perú Contemporaneo”. También estuvieron muy presentes  en el Arequipa de fines de los 50 y comienzos de los 60, Carlos Trujillo, especialista en óleos que reproducen  con acierto los volcanes que circundan la ciudad, Manuel Alzamora, Federico Molina, Morales Guzmán, Federico Reinoso, Jaime Estruch, Carola Arrisueño, Victor Martínez Gómez, Roberto Damiani. Debo mencionar nuevamente a los también legendarios acuarelistas arequipeños, Enrique Masías  y Manuel Domingo Pantigoso, quienes trascendieron las fronteras de la ciudad  y se proyectaron con éxito a nivel nacional, uno como clásico a principios del siglo XX y el otro como prominente miembro de la Escuela de los Independientes en los años 40.


        Sérvulo  Gutiérrez Alarcón (1914-1955), nació en Ica, fue el quinto de diez hermanos.
Marisa Mujica lo describe muy acertadamente: “Su pintura es fuego. Sus mujeres suelen estar hechas de cabelleras incendiadas de pinceladas volcánicas. Sus retratos son explosiones cromáticas y lumínicas, organizadas en torno a la particular densidad de cada retratado, sea este humano o divino. A su pintura religiosa se le atribuyen poderes sobrenaturales. Sus paisajes estiran el límite entre la libertad pictórica y la fidelidad al referente real......." . Su madre murió cuando Sérvulo tenía nueve años. Empezó a trabajar en el restaurant de su padre y en construcción en Ica. Siendo un adolescente se fue a vivir a Lima donde lo acogió uno de sus  hermanos, dueño de una casa de restauración. Pienso que quizás la  violencia en su pintura es producto de su pobreza, la temprana orfandad y sobretodo su dedicación al box representando al Perú en "pesos gallo" en el Sudamericano de Argentina de 1934.
          Vivió en Argentina donde se presume que logró ser recibido como alumno libre en la Escuela de Bellas Artes de La Plata, por el destacado pintor argentino Emilio Pettorutti. Posteriormente viajo a París y luego se estableció en Lima con dudas sobre si permanecía en la pintura o se abocaba a la escultura. En su segunda estadía en Buenos Aires, su estilo se moderó, pero entre 1946 y antes de su muerte, su pintura se torna nuevamente agresiva,  en parte debido a la influencia del alcohol en su personalidad.

Sérvulo, es un expresionista figurativo, un eterno luchador de espíritu con colores casi  “fauvistas”  -el  fauvismo es un estilo que se caracteriza por colores brillantes y que alude a obras pintadas por bestias salvajes”. El crítico europeo Vauxcelles, utilizó el término en forma insultante para referirse a algunos pintores innovadores de comienzos del siglo XX como Matisse y Cézanne-

                Víctor Humareda (1920-1986), nació en Lampa, Puno y con mucho esfuerzo ingresó y permaneció  en Bellas Artes de donde se graduó en 1947. Tuvo como profesores a Sabogal y a Grau de quienes aprendió la importancia del color. Terminados sus estudios y por mérito propio, viajó  a Buenos Aires donde se perfeccionó en la escuela "Ernesto de la Carcova". Solo dos años después vuelve al Perú para dedicarse de lleno a la pintura. Según sus propias palabras "vivir de la pintura y para la pintura".
Su pintura es tétrica y la plasma en imágenes típicas de una sociedad paupérrima   "mendigos harapientos, vendedores de pobrezas, velorios de miseria, ajusticiamientos, arlequines desolados, calaveras, corridas de toros, máscaras .....en fin una variada gama de seres desdichados que nos recuerdan los dibujos de Goya y las obras de Toulousse Lautrec" así  describe la pintura de Humareda, Juan Villacorta Paredes en su libro sobre Pintores Peruanos”.


Indigenismo (1920-1950)

      Entre 1922 y 1943, años que José Sabogal (1888-1956) dirige la  ENBA, fue el Indigenismo la escuela que prevaleció en el Perú. En 1925 Sabogal viaja al Cusco en compañía de Camilo Blas y parece que también con el pintor Julio Camino Sánchez, fanático del maestro Sabogal. Se concentran en dibujar xilografías de indios y paisajes de la zona. Se dice que este viaje marca el inicio del indigenismo en el Perú.

       El Indigenismo es una reivindicación de lo autóctono o vernácular, como para demostrar que "tenemos lo propio", en contraposición a las escuelas europeas que como hemos mencionado, por muchos años prevalecieron muy afianzadas en el ambiente del arte nacional. A diferencia de los murales modernos de los mejicanos, con una  clara influencia política y sobretodo social legada por la Revolución, los indigenistas peruanos  pintan lo que ven: paisajes, indios, criollos, negros, procesiones etc. Menciona Juan Ríos en su libro: “La Pintura Contemporánea en el Perú” publicado en 1946, que en una oportunidad José Sabogal, el jefe de la Escuela, afirmó en un reportaje que para él “plástica es vista” con lo cual parecía expresar “la calidad meramente objetiva de su arte”. Ríos dice sobre el Indigenismo.......”se basa en la reproducción superficial y monótona de modelos autóctonos o de pasajes típicos y escenas regionales; en una frase: en una delectación turística en el color local”.
     Por ahí se ha tratado de mezclar la pintura indigenista con la ideología -pro social- de José Carlos Mariategui y Cesar Vallejo, pero creemos que no es el caso. Sin embargo Sabogal, conoció en el Cusco a  Luis E. Varcárcel y a través de este se fue relacionando con los más importantes intelectuales de su época. Se dice que fué Sabogal quien despertó el interés de Mariátegui por el problema del indio. De cualquier forma, los indigenistas peruanos no pintaron la explotación o evocaron la  revolución como sus colegas mejicanos, ellos no fueron más allá de pintar lo autóctono.

       El indiscutido  líder de los indigenistas es José Sabogal (1888-1956), cajamarquino, hijo de españoles, quien a través de sus retratos y paisajes, y bajo la influencia de los muralistas mejicanos, dejo indudablemente huellas profundas en los artistas de su generación, especialmente en sus principales seguidores: Camilo Blas (José Alfonso Sanchez Urteaga, 1903-1985) pintor de muchos paisajes de pueblos andinos, prevaleciendo colores pálidos casi pastel. Julia Codesido (1883-1979), en cuya pintura destacan los personajes autóctonos pintados por lo general, de una forma casi extravagante y quizás es la indigenista que capta mas que ninguno la importancia del Indigenismo a nivel internacional. Enrique Camino Brent (1909-1960), sin duda, el más admirado de su Escuela, en cuyos cuadros destacan los colores y los ambientes casi surrealistas. Dice sobre él  Juan E. Rios..... “que su pintura esta a mitad de camino entre Vinatea Reinoso y Walt Disney”. También Teresa (1895-1989) y su hermana Carlota -Cota- Carvallo Wallstein (1915-1979), retratistas costumbristas y Alicia Bustamante (1905-1969) con sus paisajes abiertamente encuadrados. El indio y su limitado entorno fue el tema predilecto de todos ellos, aunque también pintaron en otros estilos. El crítico   Mirko Lauer, señala que tenían "el común denominador de rescatar una realidad postergada en la atención nacional, y que suponen poder modificar a través de ello la naturaleza de la atención misma". La pintura indigenista es de rasgos fuertes, exagerados y "deliberada crudeza técnica", como se menciona en el libro sobre Arte Moderno del MALI; sin embargo, la pintura indigenista no es para nada  ajena al colorido.

       El  indigenismo prevaleció como escuela de moda hasta 1943, año en que Sabogal dejó la dirección de la Escuela de Bellas Artes. Sus  últimos baluartes fueron los pintores Pedro Azabache, nacido en 1918 y el italiano Aquiles Ralli, quien nació en 1920. En 1946 Sabogal trata de recuperar vigencia y reabre el Instituto de Arte Peruano bajo su Dirección, entidad fiscalisadora sin mayor trascendencia.

   
Los Independientes (1937- 1960)

      El indigenismo caló con tal fuerza en el Perú, que hasta finales  de los años 40  fue una especie de monopolio en la pintura. Los pintores clásicos y la influencia europea, pasaron a segundo plano, salvo para la aristocracia limeña.

      En 1937 regresa al Perú, procedente de Europa, Ricardo Grau (1907-1970), nacido en Burdeos, Francia y de formación modernista adquirida en Bélgica y París. Con su llegada empieza la innovación de la pintura en el país,  pero también el debate abierto sobre si existe algo como el arte nacional que se contrapone al europeo, o el arte es universal y predominan las escuelas y no los paises.
Grau era un hombre muy cultivado y a su llegada a Lima tenía muy claros los principios de la reformista "Escuela de París". Pinta dentro de varias escuelas, empezando por el naturalismo y al final de su vida en los años 60, incursiona en el abstracto.Como dice Juan E.Rios cuando se refiere a Grau en su libro “La Pintura Contemporánea en el Perú”, .....” Ricardo Grau (tiene) el mérito de haber sido el primero en representar, en este lado de Sudamérica, las tendencias modernas de la pintura francesa, alejada por igual del escandaloso vanguardismo del trópico, de la rutinaria formula académica y de la monótona receta indigenista”.

         La influencia de Grau, sobretodo en la temática y el colorido, supone  para muchos pintores peruanos, una liberación del indigenismo, casi costumbrista de Sabogal. La prueba de ello es que en 1937, poco después de su llegada al Perú,  se inauguró el Primer Salón de los Independientes donde la mitad de los pintores tendían de una u otra forma al costumbrismo indigenista y la otra mitad eran rebeldes que habían captado las corrientes internacionales y apoyaban la libertad artística, sin necesariamente excluir la temática de la región andina. Refiriéndose al Segundo Salón de Artistas Independientes que se llevó a cabo en 1941.....             “Este salón - dice el crítico Luis Fernández Prada en su documento “La Pintura en el Peru”, publicado por la Sociedad de Bellas Artes en 1942- representó un poderoso movimiento y estuvo constituido por la mayor parte de los artistas del país. Antes de su inauguración, no había ningún ambiente artístico y por eso, al efectuarse en la Municipalidad de Lima (Museo de Arte), se dio un paso magnífico hacia un futuro que era promisor. Porque el Primer Salón de los Independientes tangibilizaba la protesta de los artistas del Perú. Allí los hubieron de todas las tendencias y todos los sectores (diría yo, salvo los indigenistas), Francisco Gonzáles Gamarra, Carlos Quispez Asin, Romano Espinosa Cáceda, Luis Agurto, Ricardo Grau, Macedonio de la Torre, Manuel Domingo Pantigoso, Carlos More, Ismael Pozo, Moisés Laymito, Arístides Vallejo, Teófilo Allaín, Víctor Mendivil, Artemio Ocaña, Ricardo Peña, Bernardo Rivero, Gustavo Vega, Juan Barreto, Sabino Springett, Federico Reinoso y muchos otros, sumando un total de 57 expositores.......”

        Los independientes no fueron un grupo cohesionado. Por  el contrario y a diferencia de los indigenistas, pintaban lo que les venia en gana, lo que mejor sabían hacer, lo que dominaba a su alrededor. El trazo o figura pretendía  agradar o representar algo o a alguien y este se complementaba con los más variados colores.

             Macedonio de la Torre (1893- 1981), nació en Trujillo, ciudad donde  estudió el colegio y parte de su carrera profesional. Fue un hombre muy cultivado y sensible al arte mereciendo una beca para estudiar en Europa, donde amplió su formación en varios países. Se considera que este antecesor de la pintura contemporánea, introdujo el abstracto  a su regreso al Perú a fines de los 40’. Recorrió todo el país y se fascinó con la artesanía de los pueblos andinos. Su pintura está orientada al paisaje, sobretodo el de la costa y la selva. Amó  la naturaleza y la considero la salvación del hombre de su tiempo, prueba de ello son los bosques y cuadros llenos de belleza y colorido.
En base a piedras y huesos desarrollo composiciones de formas humanas a las que denominó "Encuentros".

            Carlos Quizpez Asín (1900-1983), es hermano del poeta y también pintor cubista, abstracto y surrealista Alfredo Quizpez Asín (1903-1956), mas conocido como Cesar Moro. Ardiente  crítico de Sabogal, Carlos, estudío en la Academia Concha, en el ENBA y luego en la Real Escuela de Bellas Artes de San Fernando en España. Terminó su carrera académica en California en la época del apogeo de los muralistas mexicanos Diego Rivera, José  Clemente Orozco y David  Alfaro Siqueiros. Al igual que ellos,  logró conjugar motivos locales con técnicas modernas asimiladas en Europa. Juan Gris amigo y seguidor de Picasso, ejerció una enorme influencia en Carlos Quispez Asín. A su regreso al país en los años 30, aplicó sus técnicas geométricas cubistas y sus colores tenues a temas locales pintados en murales y cuadros. Fué  profesor en la ENBA entre 1943 y 1969, es decir en la época que los independientes figurativos dominaron los claustros de la prestigiada escuela de arte.

              Juan Manuel Ugarte Eléspuru (1911-2004). A los 10 años dejó  Lima, viajando y estudiando en España, Argentina y Chile hasta 1941 que regresa al Perú para radicarse en Lima. Enseña dibujo en prestigiosos colegios estatales de la capital y luego diversos cursos de pintura y arte en la ENBA de la cual es nombrado director en 1956 hasta 1973. Ugarte Eléspuru además de pintor y docente, fue un excelente conferencista, crítico de arte y escritor destacando sus obras sobre Merino y Laso y su libro "Lima y lo limeño".
Ugarte Eléspuru puede ser catalogado como el artista más reconocido en vida. Fue condecorado con la Orden del Sol (Gran Cruz), y también mereció el título de  Amauta, nombrado por el Ministerio de Educación.
No solo fue pintor de cuadros con personajes y paisajes autóctonos, sino que también como hemos mencionado anteriormente, fue un muralista, pintor de retratos y pintor abstracto, así como escultor. El se consideraba ante todo,un muralista. Entre sus murales destacan el pintado en el altar mayor de la antigua iglesia del convento de Santo Tomás,  hoy convertida en colegio, y en la Universidad Nacional de Ingeniería sobre " La Arquitectura" y " La Minería".

            Manuel Domingo Pantigoso, nació en Arequipa en 1901 y como sus coetáneos fue un gran dibujante y  caricaturista. Es considerado como uno de los fundadores de los independientes a los que promovió organizando los primeros "salones" en Lima. Viajó por Europa de donde volvió en 1930. Se relacionó mas con escritores y poetas que con pintores y sus cuadros reflejan esta tendencia literaria. En Arequipa, es considerado uno de los primeros acuarelistas que trascendió los límites de la ciudad.

             Sabino Springett - (Sabino Canales Casares 1913 - 2006) -nació en Ayacucho en el seno de una familia de artistas. Fue alumno y después profesor de la ENBA. Expuso en  el Salón de los Independientes en 1937 y 1941. Pintó temas autóctonos mas no se identificó con los parámetros restringidos de los indigenistas. Fué un gran colorista y su pintura tiende a la abstracción. Al comienzo pintó con un predominio del negro utilizando muchas veces la tinta china. Después de viajar a Europa cambio a grises y blancos. Es autor de valiosos bodegones.

               Cesar Calvo Araujo (1910-2015),  nacío en Yurimaguas, Loreto. Es el pintor por excelencia de paisajes y personas de la selva peruana. Estudió por un periodo corto en la ENBA y fue el pionero de los pintores peruanos en pintar la Amazonía  en su verdadera magnitud: ríos, aguajales, pantanos, nativos, nativos en sus botes, nativos en botes cargados de productos recogidos del monte. Calvo de Araujo estuvo presente con sus paisajes selváticos en el Primer Salón de los Independientes y demostró a los indigenistas que había otro tipo de indios en la selva peruana a los que se les prestaba muy poca atención en el país.

               Víctor Mendívil (1907- 1975), expuso sus retratos en el Primer Salón de los Independientes.Como muchos pintores arequipeños se desempeñó inicialmente como caricaturista de personajes políticos y no políticos, haciendo gala de un "corrosivo humor critico", como se menciona en uno de los dos tomos de los libros Pintura Contemporánea”, editados por el Banco de Crédito en 1976. Se mudó a Lima en los años cuarenta. Mendivil se convirtió en un famoso retratista utilizando primero el pastel y luego el óleo.

             Elena Izcue, nació en Lima en 1889 y murió en esta ciudad en 1970. Participó en el Primer Salón de los Independientes y fue miembro de la primera promoción de la ENBA. Publicó el  libro “El Arte Peruano en la Escuela, con el fin de explicar a los colegiales el pasado milenario del Perú.
Si bien al comienzo de su obra Izcue, podría calificar como una indigenista- independiente, luego se orientó mas a temas y diseños prehispánicos sobretodo en productos de orfebrería. Ella fue pionera en conciliar lo precolombino con lo contemporaneo.

             Reynaldo Luza nació en Lima en 1893 y alternó  en esta ciudad con los mejores dibujantes de la época  entre los que sobresalió, junto al arequipeño  Malaga Granet. Se consagró en los años 20 con sus dibujos y diseños de vestidos  y otros artículos relacionados con la moda en revistas americanas de la talla de Vogue.
En 1950, a su retorno al Perú, se dedicó a pintar paisajes de la costa peruana sobre todo dunas, que pasaron a ser el eje de su obra. Murió en 1978.

            
LOS IMPRESIONISTAS  ( 1900 - 1920)

      Teófilo Castillo (Carhuaz 1857 -Tucumán 1922), fué uno de los mejores críticos literarios de su época, además de un magnífico pintor que supo mezclar el costumbrismo local con la escuela en boga a fines del siglo XIX y comienzos del XX en Europa: El Impresionismo.
Como todos los clásicos peruanos, se formó en talleres de Europa. Fue alumno libre en escuelas de Francia e Italia y un asiduo visitante a los museos de esos países donde imitó obras como la Virgen del Consuelo de Bougereau que le permitió obtener medalla de plata, en la principal exposición de Luxemburgo. Después de cuatro años, regresa al Perú deteniéndose en Buenos Aires donde conoce y se casa con la española María Gaubeca, permaneciendo como fotógrafo y pintor en dicha ciudad por cerca de 20 años.
En 1905 vuelve a Lima con 48 años de experiencia y prestigio suficientes  para que muchos jóvenes se matriculen en la academia-taller, que Castillo funda en la Quinta Heeren, punto de reunión de intelectuales y bohemios, donde se llevan a cabo los primeros “vernissages” del país.
En 1907 decide regresar a Europa, donde capta plenamente el impresionismo sobretodo en España, atraído por la luz espontánea, fluida y fresca de Fortuny.

Regresa al Perú para pintar "de la mano" es decir, dentro del mismo espíritu, con el literato Ricardo Palma, autor de las Tradiciones Peruanas”. Las obras de ambos son costumbristas y las pinturas de Castillo de  estilo impresionista. Los Funerales de Santa Rosa” y El Pleito de las Calesas reflejan esta atractiva  combinación que enriquece la pintura peruana. Es conocido por sus paisajes de la sierra con lagunas y volcanes y otras obras, como sus retratos no necesariamente de características impresionistas.
Además de colaborar como crítico literario en las revistas Actualidades y Variedades de significativa influencia en el arte de la época, fue profesor en la ENBA, de donde se retiró  resentido por no haber sido nombrado Director, supuestamente por no proclamarse indigenista. Se estableció en Tucumán en Argentina donde murió.

     Otro impresionista peruano es el versátil Carlos Baca Flor con sus nocturnos de París, así como con algunos de sus múltiples retratos.

          Enrique Domingo Barreda (1879-1944), se educó  en Europa donde se involucró con el impresionismo, especialmente bajo la influencia del famoso Fortuny. Fue  sin duda uno de los mas dedicados paisajista  peruanos, pese que su obra no fue sobre temas nacionales sino europeos. Pintó interesantes aguafuertes sobre la vida diaria con mucha luz y color. Era opuesto al indigenismo y así lo demostró en sus escritos en los años 30. E.D Barreda y el retratista Francisco Canaval (1877-1911) son conocidos como  pintores  aristócratas “socialites”, con indudable interés por difundir  la cultura en el país.

       Así como Barreda, incursionó en los paisajes impresionistas, Ricardo Flores (1889-1983), es el pintor puntillista peruano. El puntillismo es una derivación del impresionismo donde se mezclan la pintura y la química en el entendido que se obtiene mejor color pintando a puntitos que pintando de corrido. Flores fue alumno de Teófilo Castillo en la ENBA y uno de los primeros alumnos graduados en esta Escuela. Seguidor de Seurat y sobretodo de Signat famosos puntillistas franceses, expuso por primera vez en Lima en 1917. Viajó a California, España y Chile, pero anteriormente radicó en un pueblito en la ceja de selva de Huánuco, que influenció en su pintura de paisajes al aire libre con mucho color y luminosidad, características fundamentales del impresionismo.


Pintura abstracta (1945)

        En el libro de Arte Moderno, publicado por el MALI con gran éxito -igual que los otros sobre el Arte en el Perú-, se menciona que "miembros  de la generación de los independientes como Juan Manuel Ugarte Eléspuru, Sabino Springett e incluso el propio Ricardo Grau, se habían convertido ya a la abstracción lírica de raíz francesa.......el progresivo tránsito a la abstracción de artistas como Szyslo, Eilson y Rodriguez Larrain, coincidía con la re valoración de la estética precolombina pero desde un punto de vista contemporáneo"
Por su parte la Agrupación Espacio, liderada por Luis Miro Quesada, no solo contribuyó al desarrollo de la arquitectura moderna en el Perú sino que fue un puntal para la pintura abstracta. Fue dentro del contexto de esta agrupación, que se dieron largos debates  entre Miro Quesada y Salazar Bondy y los seguidores de ambos, sobre la prevalencia de la  abstracción o el  figurativismo en la pintura peruana.

       La pintura abstracta se instala en el Perú a fines de los años 40 para quedarse hasta por lo menos las primeras décadas del siglo XXI. Después de varias batallas entre la figuración y la abstracción, la guerra entre ambas la ganó la segunda a mediados  de los 50.
El punto de quiebre de la pintura abstracta se dá en 1951 con la exposición individual de Fernando de Szyszlo, auspiciada por Espacio, sin embargo ya en 1950, Enrique Kleiser exhibió los primeros cuadros de pintura abstracta en el Perú. En 1958 la tendencia abstracta se consolida con el I Salón de Arte Abstracto en el Museo de Arte de Lima a iniciativa del pintor, crítico y promotor del arte peruano, Eduardo Moll y el pintor Benjamín Moncloa, líderes  del Patronato de las Artes.
           
          En este decenio, la mayoría de los profesores de la ENBA y muchos de la Católica estaban alineados con la nueva tendencia. Los primeros exponentes son el propio director de la Escuela de Artes Plásticas de la Católica, Adolfo Winternitz a quien nos referimos anteriormente. Emilio Goyburu, Alberto Dávila y Carlos Aitor Castillo son los pintores mayores que se integran al movimiento en los 50. Paralelamente lo hacen los alumnos de Winternitz: Fernando de Syszlo y Jorge Piqueras Sánchez Concha; también,Emilio Rodriguez Larrain, Aníbal Santiváñez, Jorge Eduardo Eilson y Eduardo Moll, nacidos en los años veinte. Posteriormente, los años treinta verán nacer a Arturo Kubota, Enrique Galdós Rivas, José Milner Cajahuaringa, Julia Navarrete, Leslie Lee, pintores abstractos de los 60. En los cuarenta nacen Ramiro Llona, José Tola, Moico Yaker, Rocío Rodrigo, Bill Caro, Chavez Arroyo, pintores coetáneos que nos sorprenden en el siglo XXI con sus cuadros de tendencia abstracta, llenos de entusiasmo y con  apreciaciones modernas sobre el arte, que no dejan de escandalizar a los mayores.


Los Pintores Peruanos Recientes (1980-2016)
         
            Los años pasan y la gente también. La población crece y los museos y sobretodo las galerías de arte se multiplican, cuando existe libertad y los pintores pueden expresarse libremente.  Si la política económica es acertada y hay crecimiento y distribución por lo tanto desarrollo, el público compra y hay creatividad que genera oferta.  En la sociedad de consumo, el arte adquiere características de “commodity”, con la particularidad que si la situación económica del dueño de una pintura es buena no está dispuesto a venderla y si es mala, la remata.

         Me referiré a aquellos pintores nacidos en  los 50’s y los 60’ que hoy destacan y con entusiasmo nos brindan las nuevas tendencias de la pintura nacional. Hernán Pazos, Ella Krebs,Salvador Velarde,Sonia Praguer, Ricardo Wiesse, Carlos Enrique Polanco, José Luis Carranza, Ramiro Pareja, Rosario Noriega, Maricruz Arribas, María Gracia de Losada, Armando Williams, Mariella Agois, Rhony Alhalel, Luz Letts, Martha Vértiz, Arturo Kobayashi, Denise Mulanovich, Alfredo Alcalde entre los más conocidos. Ellos, sin dejar necesariamente de lado el abstracto, pintan en varios  estilos novedosos modernos y quizás universales y algunos inclusive, emulan pintores peruanos del pasado.
        
        
         Creo que dos factores son importantes en las nuevas tendencias nacionales. Por un lado esta  la globalización que deja plena libertad de pintar lo que uno desea, sin tener que someterse a ningún estilo ni tener que seguir “patentes académicas”. Pocos artistas regresan al pasado, sobretodo a los estilos académicos, incluyendo el impresionismo. El público por su parte también está globalizado y ya no se empeña en adquirir lo que esta “de moda”, sino lo que le agrada o “le va” con el estilo de la casa o el ambiente que se está decorando. Hay casas modernas con paredes atiborradas de pinturas de varias escuelas peruanas que cubren muchos años. Por otro lado, los artistas nacidos en los 40’ y 50’ como dijo Warhol a comienzos de los 60, deben ser empresarios y no solo bohemios, como sugería Courbet en el siglo XIX. Es decir deben ser buenos administradores, dispuestos a innovar y producir con calidad y en cantidades adecuadas para luego  marquetear  y vender el producto al mejor precio, en estrecha coordinación con las galerías  de arte. Por otro lado, pienso que la mezcla de razas que hay en el Perú, concentradas sobretodo en la capital, están logrando una mixtura en el arte similar a lo que sucede en la comida. La pintura peruana, si bien mantiene “ingredientes nacionales”, no es necesariamente lo que estábamos acostumbrados a llamar pintura peruana,  ahora se trata de pintura universal.

  
          Creo que corresponde en esta parte del trabajo, mencionar el Pop-Art de origen dadaísta cuyo principal difusor en el Perú fue  Rafael Hastings, nacido en 1942. En los cuadros de Hastings los personajes no se llegan a integrar dentro del cuadro.Como dice Marisa Mujica.....” Como si estuviesen condenados a una gran soledad, un silencio que desconcierta y que a la vez seduce”. También destacan por sus “collages”que pueden incluir cualquier cosa en cualquier orden, la “informalista”, Gloria Gómez Sánchez y el pintor abstracto Eduardo Moll.

         Hay muchos pintores abstractos de prestigio en el Perú de hoy, por lo tanto no es fácil, si se quiere lograr el objetivo de este trabajo – histórico  y resumido-  profundizar detalles sobre la vida y el arte de cada uno de ellos. Sin embargo, me he arriesgado a definir este estilo trascendental en el país, tratando de poner bajo un paraguas a los múltiples artistas.

¿Que es el abstracto en la pintura?
          El abstracto, estilo no figurativo, no pretende mostrar un paisaje o una persona dentro de los parámetros tradicionales, ni siquiera dentro de  la tendencia impresionista o moderna. Va más allá, abstráe una figura determinada con trazos y colores. El diccionario define la palabra abstraerse como....  “ no fijar  por completo la imaginación en una idea u objeto". Para Jorge Piqueras Sánchez Concha, pintor y escultor, hijo del escultor Piqueras Cotoli y compañero de clase de Szyszlo en la Católica, el arte abstracto "es una pregunta que, a estas alturas, me sorprende y me pone incómodo como el encontrar un pelo en la  sopa. Como no entiendo el porqué no puedo escoger una respuesta idónea, entonces prefiero apartarlo al borde del plato”. En una entrevista de Fernando Molina Alcalde a Ramiro Llona en 1983, Llona dice: “En mi caso la búsqueda de un lenguaje propio empieza con un intento figurativo expresionista. Es con el tiempo que los elementos abstractos que yo creo, son los que sostienen toda propuesta estética, comienzan a ganar autonomía y se va instalando en mi sensibilidad un rechazo a lo descriptivo en términos de realismo. Es decir, ya no es el paisaje lo que me interesa sino la sensación que este me produce; ya no es la descripción de la figura sino el rescate de una presencia. Aquí el uso del color toma su momento principal y comienza a ser quizás el elemento más expresivo de mi propuesta”.

           En el Perú el arte abstracto se podría subdividir hasta en cuatro diferentes tendencias que fueron adoptadas por los diversos pintores. Por ejemplo Syzszlo, es quizás nuestro mejor exponente de la abstracción lírica. La mayoría de los pintores abstractos peruanos desde los 50’s hasta la fecha, son catalogados como expresionistas abstractos. Piqueras Sánchez Concha, Santiváñez, Goyburu y Rodriguez Larrain representan el abstracto geométrico. La abstracción metafísica esta muy relacionada con la pintura surrealista que se menciona a continuación.


Los surrealistas y neosurrealistas (1970)

      Dalí, el fundador del Surrealismo vive entre 1904 y 1989. Esta escuela alcanzó una gran influencia entre calificados pintores peruanos -todos nacidos entre los años 1930 y 1945-, recíen en los 70's. Estos se iniciaron  en  el mercado muy lentamente, casi en forma clandestina y sin ningún apoyo por parte del Gobierno Revolucionario de las Fuerzas Armadas y su Instituto Nacional de Cultura. Un grupo de intelectuales, la mayoría miembros del  Instituto de Arte Contemporáneo-IAC, que años después promovería la creación del Museo de Arte Contemporáneo- MAC, con acierto, empezó a dar importancia a la pintura surrealista en el Perú. La indiferencia del Gobierno fue tal, que  el MoMA de New York en 1972, reconociendo el mérito de los surrealistas peruanos, organizó la Exposición Surrealista de Lima. Los  pintores que destacan son: Tilsa Tsuchiya (1929 - 1984), quizás la artista peruana cuyas obras son las mejor cotizadas en el mercado del arte. Venancio Shinki (1932-2016), Gerardo Chavez(1937), Carlos Revilla (1937) y Leoncio Villanueva (1945). Todos ellos salvo Tilsa y recientemente Shinki, aun entre nosotros.
            
               El Surrealismo se caracteriza por obras con gran imaginación que se transforman la mayoría de veces por conceptos freudianos u otros, en imágenes intrincadas perturbadoras sin control de la razón. La combinación de colores juega un papel importante para presentar en la mayoría de casos seres extravagantes en posiciones extranbóticas. Destaca la calidad de la pintura como es el caso de la “belleza de la piel” en las obras originales de Revilla.



BIOGRAFÍAS DE LOS PRINCIPALES PINTORES CLÁSICOS O ACADÉMICOS PERUANOS.

  
IGNACIO MERINO MUÑOZ (Piura 1816 - París 1876)

        Es considerado por sus biógrafos, Juan Bautista de Lavalle y Teófilo  Castillo, como el fundador de la escuela peruana y el primero de los pintores sudamericanos.
Con tan solo 10 años es enviado por sus acaudalados padres a París a estudiar el colegio. No se inscribe en la universidad, prefiere seguir las enseñanzas de Raymond Monvoisin, nacido en Burdeos quien logró éxito en París en la segunda parte de los 1830 cuando su taller era visitado por el futuro rey de Francia, Luis Felipe de Orleans. Monvoisin, es considerado,al igual que su maestro Guerin (1774-1833), un pintor academista de comienzos de la época romántica francesa. Este pintor francés, quizás bajo la influencia de Merino, visitó varios  países sudamericanos y luego vino al Perú. Pintó cuadros sobretodo en el Buenos Aires de la época del presidente Rosas y dejó una clara influencia en las escuelas de arte en Buenos Aires y Valparaíso.
          
           En 1838 Merino regresa a Lima, vía Italia y España y también Buenos Aires, Rio y Valparaíso. Permanece en el  Perú hasta 1850, en que opta por retornar a París después de unos años "no muy fecundos ni felices" según Ugarte y Elépuru, Sin embargo esos años sirvieron de inspiración para sus famosas obras costumbristas: "Tapadas en el Portal" y "La Jarana", así como para fortalecer su amistad con su inseparable amigo y colega Francisco Laso, ambos alumnos y luego sucesores del maestro quiteño Francisco Javier Cortés en la dirección de la  vieja Academia de Dibujo y Pintura.
           
           Merino encuentra un París en la efervescencia romántica en contra de la Academia y con los rezagos napoleónicos-neoclásicos de Louis  David ( 1748-1825). Decide alejarse del clásico Monvoisin y se inscribe en los talleres del también francés Paul Delaroche (1797-1856), pintor mas de historia y retratista con influencia del romántico-patriota Eugenio Delacroix (1799-1863). Sus primeros cuadros sobre Colón no logran una critica favorable en la prensa artística parisina, sin embargo en 1863 logra una medalla en el Salón de París con también un cuadro sobre Colon: "Colon ante la Universidad de Salamanca". Merino se presentó a las exposiciones de París entre 1850-1875, lo que sin duda fue gravitante para su fama internacional.
En 1865 se aleja de la escuela de Delaroche y abre su propio taller para sumarse plenamente al romanticismo francés. En este tercer y último período se consagra con las pinturas sobre Cristo. En 1868 presenta a la Exposición de París, "Un matador" y "El amor y el vino". El Congreso del Perú lo premia con la medalla de oro.
Posteriormente  expone también en París, los cuadros sobre Cornaro, Hamlet, Carlos V, "La apertura del testamento", "La mujer que ríe", conocido también como "La Loca", la " Cocotte"y su última obra: "Un Turco  y un Hidalgo".
Si bien Merino es un pintor moderno, romántico, conoció mucho sobre sus antecesores los genios barrocos Rembrant, Velasquez y Rivera como se refleja en algunas de sus obras.
           
             En 1876 muere en París dejando en boceto, "La resurrección de Lázaro". Merino lega a la ciudad de Lima a través de la Municipalidad, los cuadros que permanecían en su taller que ahora son expuestos en dicha Municipalidad, otros edificios públicos y en el MALI.
      
            Es importante destacar lo que menciona Don José Antonio de Lavalle y Arias de Saavedra, biógrafo de Merino ....." Fue Merino pintor fecundo y de variado estilo y múltiple carácter, a punto de no poder admitirse, viendo tres o cuatro obras suyas, que sean hijas del mismo padre......"



FRANCISCO LASO DE LA VEGA DE LOS RÍOS (Tacna o Ancash 1823- 1869)

           Sus  antepasados tuvieron origen español, tal es el caso del Capitán Don Francisco Lasso de la Vega, alcalde de Lima, así como el General realista Don Juan de Berindoaga y de los Ríos, a quien Bolivar hizo fusilar.
          
            En 1810, antes de la Independencia,  el patriota Benito Laso de la Vega, padre del pintor,  fué  deportado a Bolivia por el Virrey Abascal al considerarlo  conspirador. Después de la Independencia él y su familia se establecen en Puno y luego en Arequipa. En esta última ciudad, Laso concluye la primaria y el padre viudo, contrae segundas nupcias, con la aristócrata  arequipeña Petronila Garcia Calderon.
          
            En 1833, cuando el pintor tenía la edad de 10 años, la familia se establece en Lima, donde Laso estudia la secundaria. El padre desea que su hijo estudie abogacía, pero este se niega y se matricula en la Academia de Dibujo y Pintura a cargo del biólogo quiteño Francisco Javier Cortés.  En esta  Academia se hace muy amigo de Ignacio Merino (pese que Merino era seis años mayor), quien había vuelto de Europa en 1839. A la muerte de Cortes, Merino y Laso, se desempeñan como Director y Subdirector de dicha Academia. Los dos  aristócratas absorbidos por  la bohemia limeña, dejan de lado promisorias carreras tradicionales y sorprenden a la alta sociedad ...........
         
            Merino influencia en Laso, al punto que este último, se embarca a París a estudiar bajo la estricta tutoría del amigo de su padre Espinosa de los Monteros, en los talleres de Delaroche donde no permanece mucho tiempo y se muda al taller de Gleyre, conocido por su estilo de colorido frío y grave, quien sin duda influye en los cuadros de grupos de indios característicos de Laso. Viaja a Suiza e Italia. En Venecia aprende mucho del Veronés  y en Roma conoce y se hace discípulo del pintor francés Damery, de su misma edad. Para este tiempo ya ejerció mucha influencia en Laso, Ary Scheffer, holandés, que vivió en París considerado el jefe de la escuela romántica.

            En 1849 retorna al Perú, con mucho entusiasmo para permanecer en el medio. Abre su taller que se convierte en un típico recinto para la bohemia limeña de la época. Sin embargo el atractivo de Europa y el recuerdo de Damery pueden más  que el Perú. Con la ayuda económica del Gobierno del Presidente Echenique, amigo de su padre y de su hermana Juana Manuela, Laso retorna al viejo mundo en 1851 después de escasos dos años en Lima en los que recorrió parte de la Sierra.

           Es en esta segunda estadía en Europa, Laso logra su mejor producción. En 1855 expone "El Habitante de la Cordillera" o el " Indio Alfarero" en la Exposición de París con excelentes comentarios. También pinta "La Justicia" que viene al Perú y acaba en el  despacho del Ministerio de Justicia y comienza "Canto  Llano" donde posan como frailes, amigos de Laso entre ellos su biógrafo Lavalle y el Obispo Goyeneche. Es probable que de aquella época es también el cuadro "Campamento de Indios" con las mismas características del "Habitante de la Cordillera" y los dos "con un sentimiento de reivindicación y protesta con agudo sentido social ......" y no solo como mercadería para el turista como dice Ugarte y Eléspuru. Laso dejará por escrito este sentir social en el famoso documento "El Aguinaldo". Se abre el paso a la escuela indigenista que cobra auge en el Perú de los años 1930. Con la derrota de Echenique por Castilla en 1856 - quien paradójicamente lo puso en el poder-, Laso pierde el subsidio del Estado y debe regresar nuevamente al Perú ese mismo año.

         En esta nueva etapa en el Perú aparentemente pinta la controvertida "Marina" y "El Chalan" además de varios cuadros pequeños iniciados en Europa. Bajo el mecenazgo del Obispo Goyeneche, culmina "Canto Llano" y pinta en Arequipa cuatro evangelistas para la Catedral. El Obispo le encarga varios cuadros de  su familia y de él, así como de santos de los cuales solo pinta una Santa Rosa a su retorno a Lima. En esta época se enamora e idealiza a su esposa Manuela Henriquez, pintando sus  cuadros mejor acabados bajo su inspiración: Manuela Henriquez” y Santa Rosa”. Al igual que lo hizo Monvoisin a su paso por Lima, Laso pinta varios retratos, pero con la salvedad que los de Laso son básicamente personas cercanas y no "todo Lima" como fue el caso del  francés.

             Después de este fecundo periodo, Laso es mas un escritor melancólico que un pintor consagrado y en 1860 parte de nuevo a Europa con su esposa. El tiempo ha transcurrido y Europa no es la misma de lo que fué  para el joven bohemio Laso. No están Delaroche y Gleyre. Damery murió tísico en París. Con entusiasmo vuelve a pintar sin dejar la literatura y se consagra con "Manchay Puito" o "El entierro del mal cura" que por su temática es rechazado de la Exposición de París, sin embargo es una clara muestra de la influencia de Goya en Laso.

           Entre 1860 y 1863 escribe muchos artículos, sobretodo para la revista de arte Variedades criticando a  la sociedad limeña entre risas y sarcasmos, así como los males de nuestra nacionalidad y nuestra gente, haciendo eco a Pardo y Aliaga y quizás al propio Gonzales Prada. Se enrola en los bomberos para servir a la patria en las jornadas del 2 de mayo de 1866 contra España, tal como lo hubiese hecho su padre. Pinta El Aravicu” o La Pascana” también con temática andina donde no hay movimiento de los personajes al igual que en "Campamento de Indios". Entra en política como diputado y constituyente. Al ver la política por dentro y el Gobierno corrupto opta por reponer su deuda con el Estado por los años que lo subsidio en París y la paga, entregando sus obras más preciadas: "El Habitante de la Cordillera", El Canto Llano", "La Justicia", y "Santa Rosa". Como dijo su biógrafo Lavalle: "nunca colocó el Perú su dinero a más subido interés".

           Laso muere en las afueras de Lima en 1869, cuando se desplazaba a su preciada  sierra a recuperarse de una afección al pulmón. Está enterrado en un nicho sencillo en el cementerio El Angel.


LUIS MONTERO ( Piura 1826 - Callao 1869)

           Realizó sus primeros estudios en su ciudad natal y luego viajó a Lima con la idea de seguir una carrera tradicional, sin embargo no fue a la universidad y acabó dirigiendo una firma comercial con solo 21 años.
Tenía el arte en sus venas, renuncio al trabajo y se matriculó en la Academia de Dibujo y Pintura  del ecuatoriano Cortés  qué en esa época dirigía su amigo Merino.

            Pintó un retrato en miniatura de Castilla y en parte gracias a esta memorable obra, el Gobierno lo premió con una beca a España donde estudió bajo la dirección de Fortuny. A los pocos años, la beca le fue suspendida por problemas presupuestarios del gobierno. En Lima se abocó a pintar y fomentó su relación con Merino al que sucede en la dirección de la Academia de Dibujo y Pintura en 1860. En la primera exposición de pintura realizada ese año Montero presentó 19 cuadros entre ellos "La Venus Dormida" "La Coqueta" y "El Artista y su Modelo". Su éxito lo llevó a lograr una nueva beca por 4 años, esta vez en Francia e Italia. A su regreso permaneció en Cuba, donde estableció  su estudio. De La Habana ya sin beca esta vez, viajó este  a Florencia donde ejecuta la trascendental  obra "Los Funerales de Atahualpa", su obra maestra, de grandes dimensiones en el que aparecen 36 personas de casi tamaño natural. Antes de llegar a Lima "Los Funerales de Atahualpa" fue expuesto en Río de Janeiro, Buenos Aires y Montevideo con gran éxito.

             De regreso al Perú en 1868 con su obra  maestra, Montero es recibido con todos los honores, condecorado con Medalla de Honor. Se imprimieron estampillas con el cuadro y al artista se le concedió una pensión vitalicia de soles 20,000, bastante dinero para un hombre acabado.
Durante la toma de Lima en la Guerra del Pacífico, Los Funerales de Atahualpa” acabaron en Santiago de Chile, pero felizmente años después la obra fue devuelta y acabó en la Municipalidad de Lima..
          
            Montero muere de fiebre amarilla en el Callao, cuando tenía el deseo ferviente de pintar otro cuadro monumental sobre  la Independencia del Perú.

            Si bien la obra de este  pintor clásico, se caracteriza por su dibujo y  sus figuras muy bien logradas, así como por la proporción utilizada. Sin duda  hay una  influencia neoclásica (escuela predominante en Europa en esa época) que se refleja en su Obra Maestra, al punto que algunos críticos han manifestado que los personajes tienen la apariencia de greco-romanos.


CARLOS BACA-FLOR ( Islay 1869 - París 1941)

            Nació en Islay, en la costa de Arequipa. Realizó sus primeros estudios en Santiago de Chile para luego ir becado por el gobierno peruano a Roma y después de dos años establecerse en París. Pese a los años que vivió en Chile, el siempre se consideró peruano. Es considerado en el Perú como el último de los académicos,pese a sus retratos modernos y su activa participación en el post-impresionismo paisajista. Fue coetáneo de Vincent Van Gogh y Paul Gauguin aunque vivió bastantes más  años que ellos dos.

            Vivió en Europa el apogeo de optimismo de comienzos del siglo XX. Estudio en la Academie Julián, bajo la dirección de Jean Paul Laurens y pintó en diversos estilos sobretodo el barroco.

            Su periodo  impresionista, está reflejado en vistas nocturnas de París, tanto externas como interiores, destacando "La Cantante", óleo sobre madera, así como  vistas de cafés.
          
          Se mudó a New York, donde se desempeñó principalmente como retratista. Es ahí donde el banquero JP Morgan lo contrato para que lo retrate, pintura que aún se preserva en el banco que lleva el nombre de este conocido magnate americano de los años 20. Es reconocido por sus retratos pintados sobretodo en Nueva York, que le merecieron fortuna y fama.

          Regreso a París, donde murió  en 1941, dejando en su estudio valiosas pinturas que fueron legadas a la ciudad de Lima. Actualmente  muchas de ellas se encuentran sobretodo  en la Municipalidad y también en el MALI.


CRITICOS DE LA PINTURA PERUANA.

          Entre los precursores de la crítica a la pintura nacional ubicamos a Julio Málaga Granet, Francisco Gonzales Gamarra y Federico Larrañaga en los comienzos de siglo. .Tambien Teófilo Castillo  Carlos Raygada, Jorge C. Muelle en los años 20 y 30; y por supuesto, Juan Acha a fines de los 40 y comienzos de los 50. Todos ellos  sobresalientes críticos del arte  que llegaron a imponer su criterio a través de argumentos bastante  bien sustentados en diarios y revistas de circulación en el mundo artístico.

           Los tres primeros acapararon la prensa ilustrada con una cultura visual sin precedentes entre verdad y  caricatura. Gracias a ellos  se empezaron a conocer en el Perú la existencia de exposiciones universales y el Salón de París, meta de los pioneros de la pintura peruana como Merino y que posteriormente acogiera a Daniel Hernandez, Alberto Lynch y Carlos Baca-Flor.
Larrañaga criticó la poca importancia que se prestaba a los artistas peruanos en el Perú y la invasión de extranjeros en el arte peruano.Divulgó los éxitos de peruanos en el exterior como Baca-Flor. Sus columnas Actualidad y Prisma son verdaderos baluartes del arte peruano de comienzos de siglo. Lo sucedió Teófilo Castillo quien se convirtió en el entusiasta animador de la pintura en el Perú, pese que su énfasis en lo criollo no satisfacía a la aristocracia peruana en el poder que tendía a lo europeo. El "Salón Castillo" de 1905, en la Quinta  Heren, se convirtió en el primer salón de "vernissage" en el Perú. En este tuvieron oportunidad de exponer, alumnos de Castillo en la Escuela Nacional de Bellas Artes, es decir, los futuros pintores modernos de fama nacionales.

         Carlos Raygada fue un fiel adulador de Sabogal y los indigenistas. Sus crónicas están  muy bien escritas y denotan un insaciable deseo de valorizar lo nacional.
         Raúl Maria Pereyra,Juan Rios y Luis Fernández Prada, criticaron al indigenismo de Sabogal y pronosticaron que en los independientes estaba el ingreso del Perú al modernismo. El primero en su “ Ensayo Sobre  la Pintura Peruana Contemporánea”; el segundo con “ La Pintura Contemporánea en el Perú” y el tercero en su ensayo “ La Pintura en el Perú”.
        Juan Acha fue quizás  el mas leído por los aficionados a  la pintura peruana. Se inició como un defensor acérrimo de lo ancestral bajo el seudónimo  de Nauaca, Luego de estudiar ingeniería química en Europa, retornó al Perú muy identificado con el ámbito universal. Es en esta oportunidad que cambia de seudónimo a Juan Acha. Para algunos fue demasiado prepotente en enfatizar que los pintores debían seguir las ideologías de los pensadores o filósofos preparados para liderar. Fue el puntal  de la galería el Ombligo de Adán, que indudablemente, con el apoyo del IAC, desempeño un papel opositor al “arte integral popular” del SINAMOS de Velasco Alvarado y se exilió en México en 1971.
 Los abstractos tuvieron el decidido apoyo primero de Espacio bajo la tutela de Luis Miro Quesada, y luego del Instituto de Arte Contemporáneo-IAC, indudable promotor del Museo de Arte Contemporaneo en Barranco.


FERNANDO DE SZYSZLO

           Fernando de Szyszlo Valdelomar, nació en Barranco, Lima, el 5 de julio de 1925.

          Fue sobrino carnal del literato y poeta Abraham Valdelomar, quizás uno de los motivos por el cual desde niño tuvo un especial afecto por la lectura, la literatura y la poesía.
Se educó en el colegio jesuita y luego ingresó a la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional de Ingeniería, pero no se graduó. Muy aficionado al dibujo en 1944, optó por la Escuela de Artes Plásticas de la Universidad Católica, donde asiste hasta 1946. Esta Escuela había sido recién fundada bajo la dirección del judio - austriaco, Adolfo Winternitz, quien ejerció una marcada influencia en Szyslo y su compañero de clase, el pintor Jorge Piqueras Sánchez Concha. En una primera fase en el Perú, demuestra su voluntad vanguardista y se nota cierta influencia del cubismo de Picasso y de Klee. Pinta en telas que recuerdan las prehispánicas, es figurativo e incursiona en paisajes costeños y naturaleza muerta.

          Entre 1949 y 1955 reside en París donde se relaciona con la pintura de la época y estudia las escuelas tradicionales. En el mismo año 1949, pinta su primera obra abstracta y en 1951 participa en el Salón de Mai en París. Reside también en Florencia.

         A comienzos de los 50, retorna a Lima como “personero entusiasta de pugnas y beligerante del abstraccionismo” como se  menciona en el libro” Pintura Contemporánea” publicado por el Banco de Crédito; con duras declaraciones sobre la pintura en el Perú. Estos hechos lo convierten en una persona controvertida y polémica. En 1951 presenta en Lima una exposición individual sobre pintura abstracta, evento que es considerado el hito con el que se inicia este género en el Perú.Sus cuadros son rotulados con nombres quechuas como Puka Wamani y Wamen Wasi. En 1957, se desempeña como profesor de pintura en la Escuela de Artes Plásticas de la Catolica, cargo que ejercerá hasta 1976. Entre 1957 y 1977, viaja a los Estados Unidos, donde asesora en artes visuales a la Organización de Estados Americanos- OEA y se desempeña como profesor visitante en las universidades de Cornell, Yale y la Universidad de Texas en Austin.

        La pintura de Szyszlo es abstracta y eminentemente simbólica, dentro de una lírica poética.

         Quizás su mayor mérito radica, en haber logrado fundir en sus pinturas el abstracto europeo y la artesanía prehispánica. Con mas de 90 años trasciende el periodo de popularidad de varias escuelas en el Perú y en el exterior. Su experiencia en los colores es indudable y esta se refleja con el paso del tiempo.

           Mario Vargas Llosa, admirador y amigo personal de Szyszlo, en el libro SZYSLO, publicado en 1980 por el Banco Popular, dentro la colección “ Pintores Peruanos”, se refiere a cuatro características que encuentra en sus pinturas: elegancia, misterio, cultura y erotismo. Sobre el primer atributo sostiene la tendencia por “mantener al espectador a una distancia de su mundo, es decir obligarlo, mediante una estrategia formal, a observar lo que le muestra desde una perspectiva respetuosa”. El misterio reside simplemente en “ insinuar sin afirmar........cercanía y distancia que se confunden.....”. Se dice que el pintor francés Duchamp, resentía que la gente considere a los pintores meros reproductores de la naturaleza. “ estoy harto de que a los pintores nos crean brutos”. Como hemos mencionado, la herencia literaria del pintor influenció mucho en su vida y desde niño fue un asiduo lector, convencido que para dibujar y luego pintar, era necesario instruirse. Esta vocación, lo lleva a profundizar en la cultura latinoamericana en general y la prehispánica en particular. Como se mencionó , el abstracto lo plasma  en forma muy amigable con el diseño prehispánico dentro de un armonioso espacio de color. Sobre el erotismo, el escritor encuentra que el  “elemento erótico es visible; todos los cuadros son variantes de un mismo fenómeno, la metamorfosis”.
          
        Mucho artistas y no artistas, critican al pintor aludiendo que su pintura es “mas de lo mismo”, pienso que esto  es como decir que todas las poesías riman. El mérito  no esta en la figura, sino en lo que representa y la calidad de la misma, gracias al diseño  y el color. Cada cuadro es una poesía diferente, que nos trata de decir algo sin revelar el secreto, como sucede con el arte precolombino. Los colores siempre tienden a mejorar, aplicando el ultimo estado de la tecnología, prevaleciendo una  elegancia difícil de describir.
      
         Pienso que Szyszlo es el pintor peruano que mejor resuelve la pregunta de siempre en la pintura peruana, la eterna rivalidad entre lo autóctono y lo universal. Los cuadros de Szyszlo mezclan acertadamente los dos aspectos, nuestro pasado prehispánico en el tema con la técnica universal en el estilo.


         En su reciente libro La Vida sin Dueño, Szyslo comenta sobre la pregunta ¿qué artistas peruanos me interesan?. Servulo Gutiérrez, Ricardo Sánchez, Ricardo Grau, Tilsa, Julia Navarrete, Zepelli, Polanco y Tola. Considera que el mejor cuadro que se ha pintado en el Perú es el retrato de José Olaya de Gil de Castro y después una naturaleza muerta con flores  de Sérvulo. A Sabogal lo considera pues “rompe los cánones” y comenta que Vinatea Reynoso “también le gusta”. En una oportunidad Eduardo Moll me comentó que Szyslo dice “que él es el mejor………….”

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